Qué países tienen prohibida la prostitución y en cuáles es legal

Qué países tienen prohibida la prostitución y en cuáles es legal

¿Qué países tienen prohibida la prostitución y en cuáles es legal?



En 1935, mediante la aplicación de las ideas del higienismo social, el gobierno de la II República declaró la prostitución como una forma de vida “no lícita” e “incompatible con la dignidad humana”. Al mismo tiempo, empezaba a aplicar la noción de “delito de contagio venéreo” y aplicaba la reclusión forzada de las mujeres contagiadas. Tras la victoria del ejército sublevado y el ocaso del periodo republicano, el recientemente constituido Estado franquista se dedicó a diseñar mecanismos jurídicos con los que imponer su corpus moral. Quizá sorprenda que este proceso incluyó que la puritana dictadura que conocemos legalizara la prostitución durante más de una década.


Del mismo modo, se pueden delimitar áreas donde el ejercicio de la prostitución no estará permitido o se intentará reducir. Uno de los mayores ejemplos al respecto es la calle Montera en Madrid, donde durante décadas se ha ejercido la prostitución en la capital, pero en 2013 se planteó en el Ayuntamiento de Madrid la Ordenanza de Convivencia Ciudadana (que no fue aprobada) que contemplaba multas de hasta 750 euros a los clientes de la prostitución. En cambio, se implantaron medidas a partir de 2015 para sacar la prostitución de la calle Montera (instalación de cámaras de vigilancia con un objetivo disuasorio) o un mayor grado de limpieza. No debemos pensar que, porque la estructura social y familiar premiada por el régimen argumentara que necesitara de la prostitución para que los “vigorosos varones descargaran sus instintos sexuales”, concebidos en este momento como irreprimibles; las prostitutas no fueran objeto del paternalismo en el marco de la misericordia cristiana. La Iglesia, Acción Católica y la Sección Femenina de la Falange, en pos de mantener los valores sacros que caracterizaban al régimen, encabezaron campañas con el objetivo de recristianizar y redimir a las que se conocían como “mujeres caídas”.


En ese momento, Hinchinapolis era el centro de atracción para todos los viajeros que descansaban en compañía de las mujeres de la familia, que perfeccionaban el arte de la satisfacción. En una historia bíblica posterior, encontrada en el Libro de Josué, una prostituta en Jericó llamada Rahab ayudó a los espías israelitas brindándoles información sobre la situación sociocultural y militar actual. Rahab estaba bien informada en estos asuntos debido a su popularidad con los nobles de alto rango. Sin embargo, dado que logró hacerse pasar por una prostituta, se puede suponer que su conducta representa con precisión el comportamiento de una prostituta en la sociedad durante ese período de tiempo. Según este sistema, si el viajero no lleva su ganado con él, debe entregarle los objetos de valor a la mujer como depósito hasta que se le entregue un cabrito. La mujer de la historia no era una prostituta legítima, pero en realidad era la nuera viuda de Judá, que trató de engañarlo para que la impregnara.


Esta situación plantea un grave problema en contra de la salud pública y la integridad de los implicados. La prostitución de transexuales que prestan servicios a hombres o parejas heterosexuales. El libre ejercicio de la prostitución no es punible en todo el territorio español. Su aplicación está sancionada administrativamente cuando se practique en áreas de tránsito público. En el artículo 187.1 del Código Penal, el delito de prostitución se define de forma particular.


En el caso de ser una persona mayor de edad, el bien protegido es su libertad e indemnidad sexual. Se castigan los comportamientos coactivos y violentos con el fin de obligar a otra persona a mantener relaciones sexuales en contra de su voluntad. En el código penal, la prostitución no está incluida, aunque se castigan delitos como la prostitución infantil. Incluye la prostitución forzada o el lucro de la persona que la ejerce, aunque lo haga voluntariamente, si hay explotación.


La explotación sexual y el tráfico de mujeres y niñas es la manifestación extrema de la desigualdad y violencia contra las mujeres y de su pobreza  en nuestra sociedad, ya que el 95% de ellas acaban siendo explotadas para la prostitución. Además, la prostitución y el tráfico de mujeres son otra manifestación de violencia de género y la igualdad entre mujeres y hombres sería inalcanzable mientras se compren, vendan y exploten sexualmente a seres humanos. Afirman que la prostitución es la causa y consecuencia de la violencia y la desigualdad existente, por lo que la única manera de eliminar esto es su abolición. La libertad de autodeterminación de la esfera sexual de la víctima se vio de esta manera restringida, con una intensidad suficiente como para justificar la aplicación del tipo coactivo de determinación a la prostitución del artículo 187 C.P.. El delito de prostitución se comete cuando bajo ciertas circunstancias la vulnerabilidad de la víctima le obliga a mantener relaciones sexuales.


A continuación, se explicarán aquellas conductas que sí son delitos y se encuentran, por tanto, tipificadas en el Código Penal. Aunque existía una forma de  prostitución consentida por el régimen, muchas mujeres prefirieron ejercer en la clandestinidad. Cuando se encontraba a una de estas prostitutas ejerciendo en el espacio público, era arrestada y sancionada con una multa, que normalmente era conmutada con estancias en la cárcel de quince días, por lo que se las empezó a apodar como “quincenarias”. En estos casos por la persona natural, siendo punible con pena privativa de libertad superior a dos años.


Había una estatua de Tlazolteotl en el centro del patio, la diosa de la purificación, baños de vapor, comadronas, suciedad y una patrona de los adúlteros. Las autoridades religiosas creían que las mujeres deberían trabajar como prostitutas, si lo deseaban, solo en esos locales custodiados por Tlazolteotl. Sin embargo, la esclavitud sexual no se consideraba prostitución y era muy común durante el comercio de esclavos árabes durante la Edad Media y principios del período moderno. Mujeres y niñas del Cáucaso, África, Asia Central y Europa fueron capturadas y servidas como concubinas en los harenes del mundo árabe. Las prostitutas romanas eran mujeres muy educadas tanto para dar placer como para mantener una conversación con altura, e incluso había muchas de gran nivel que cobraban grandes cantidades de dinero, pero sólo ofrecían sus servicios para los más altos cargos. La ofrenda a las divinidades en forma de mujeres-prostitutas no alcanzó en Grecia una amplitud comparable a la que existió en el Próximo Oriente antiguo; no obstante, se conocen varios casos.


Estas medidas han sido puestas en duda múltiples veces, dado que las ordenanzas municipales no pueden entrar en conflicto en ningún caso con la ley estatal, por lo que no pueden prohibir la prostitución en sí misma, sino que se limitan a hacerlo en determinados ámbitos (como es el caso de aquellas personas que la ejercen en la vía pública). De hecho, en 2019, el Ayuntamiento de Madrid se planteó aplicar una regulación similar a la de Barcelona, llegando a la conclusión de que excedía las competencias del ayuntamiento. En este sentido, la OMS de acuerdo con diversas investigaciones realizadas en EEUU, en Canadá y en varios países en desarrollo, concluye que aproximadamente el 70%, es decir, 2 de cada 3  mujeres que se dedican a la prostitución, tienen las mismas heridas emocionales que los veteranos de guerras o las víctimas de tortura. Padecen lo que se llama síndrome de estrés postraumático, con síntomas de flashbacks (recuerdos repetitivos y torturantes) sobre aspectos traumáticos de sus experiencias en la prostitución. Existe suficiente información de que la sexualidad que practicamos las personas no es una actividad simple, instintiva y puntual, consistente únicamente en un contacto corporal y un intercambio de fluidos. En toda relación sexual compartida, cada persona transmite lo más positivo o negativo de sí misma, según evalúe y valore a la otra, considerándola sujeto u objeto de su relación.


Tienen muy pobre autoconcepto y una autoestima aún más baja que la que caracteriza al resto de las mujeres.  transexual sabadell  que no pueden negociar las condiciones del servicio, como el uso del preservativo o el rechazo de clientes zafios e indeseables y de peticiones violentas, desagradables
o sadomasoquistas. Las que hayan necesitado venderse un mayor número de veces y hayan empezado muy jóvenes, están más expuestas a acumular una multitud de inmundicias, siendo más difícil expulsar tanta negatividad. En el otro extremo, una minoría que no alcanza el 1%, pertenece a lo que se llama prostitución de lujo, con un alto nivel de vida y de posibilidades.