La Erótica Del Poder

La Erótica Del Poder

La Erótica Del Poder



Que se lo digan a los dos aspirantes a liderar el PP. La imposibilidad de un acuerdo entre los dos candidatos y la división entre los pesos pesados del partido (algunos más que pesados, un lastre para el futuro del partido), ha imposibilitado un acuerdo para alcanzar una lista única, pero, sobre todo, ha desatado lo peor de  cada candidato. Y anuncia que, gane quien gane, habrá divisiones y “purgas” que van a debilitar aún más al partido. La imposibilidad de un debate entre los dos candidatos, un debate de ideas, indica que siguen mandando los nombres sobre los proyectos y los programas. No me vale que se diga que eso debe fijarlo el Congreso extraordinario. Cada líder debe tener su proyecto que luego deberá compartir y ahormar con todos.


Hace pocos días hemos sabido, gracias a ellos, que la posición social está intimamente relacionada con la salud. Me gusta decir que la erótica del poder es esa sensación sinuosa que se instala poco a poco y tiene la fuerza de convencerte y trasladarte, en ocasiones, al polo opuesto de tu autoconcepto. No hay nada que produzca tanta atracción y apego como el poder, se habla de la erótica del poder.  putas travestis en sabadell  actores no han podido ser mejor elegidos, ya que interpretan a la perfección el personaje al que dan vida. Es cierto que no es la primera vez que vemos por ejemplo a Mario Casas interpretando un papel así, pero siempre consigue marcar ciertas diferencias y hacer a cada personaje totalmente diferente del anterior.


¿Cuándo podemos decir que se tiene poder? Siempre hay una persona más poderosa, en algún ámbito. Pero es suficiente con el influjo de la fantasía de poder para desatar en muchas personas el interés sexual. No en vano, profesiones como policías, bomberos, pilotos, tienen un gran tirón en el mercado de la fantasía erótica, tanto en hombres como en mujeres. El halo del uniforme hace estragos y no es más que la manifestación de un determinado poder. Así que, queda claro que existe una atracción, de forma consciente o inconsciente, de las personas hacia quienes ostentan cierto poder que va desde el management  psychological a la seducción física.


¿Resulta entonces tan extraño que una mujer valore y admire esas cualidades? En lo que a mí respecta, puesto que alguna vez me han señalado como víctima de esa erótica, la del poder, he de decir simplemente que siempre he necesitado mirar a un hombre de abajo arriba y no de arriba abajo. No tengo alma de redentora para salvar tipos descarriados o perdedores, por muy guapos y musculosos que sean. Tampoco me gusta el rol de mamá para cuidarlos y hacerles sopitas. Ni siquiera aspiro a ser el reposo del guerrero, sino la que está a su lado, compartir la lucha, y cuanto más valiente y bizarro sea él, mejor.


A esta, a la soberbia, siempre le vienen unidas la necedad y el resentimiento y bajo la apariencia y aquiescencia que el fin justicia justifica los medios, le alimentan toda una gama de aplausos que la mantienen. Después, después el silencio, igual de cómplice. Imagino que este trabajo no es para todo el mundo pues, si tienes miedo a pasar la noche sola en el medio del monte, mejor no lo hagas.